TU RETIRO JUNTO AL MAR
La tranquilidad te espera en
las residencias de lujo frente al océano de Querencia.
las residencias de lujo frente al océano de Querencia.
Ubicación privilegiada
Vive en el corazón de San José del Cabo, donde el desierto se encuentra con el mar. Querencia ofrece vistas incomparables, privacidad absoluta y conexión total con la naturaleza.
Arquitectura que respira elegancia
Cada residencia fue diseñada para abrazar la luz, el viento y el paisaje. Materiales nobles, espacios abiertos y una estética contemporánea que redefine el lujo costero.
Vistas que inspiran cada amanecer
Desde cada habitación, el horizonte se convierte en una obra de arte viva. Las terrazas y ventanales panorámicos fueron pensados para contemplar el mar sin interrupciones.
Bienestar en cada detalle
Spa, gimnasio privado, jardines interiores y albercas infinitas: Querencia ofrece un entorno que nutre el cuerpo y el alma, con la serenidad del océano como telón de fondo.
RETIRO PRIVADO FRENTE AL MAR
En el corazón de San José del Cabo, Casa Querencia se abre al horizonte con una arquitectura que celebra la serenidad, el espacio y la conexión con la naturaleza.
Diseñada como un refugio frente al océano, combina líneas contemporáneas, materiales nobles y un ambiente cálido que invita a vivir el lujo desde la calma.
Diseñada como un refugio frente al océano, combina líneas contemporáneas, materiales nobles y un ambiente cálido que invita a vivir el lujo desde la calma.
Cada amanecer se refleja en sus terrazas y ventanales panorámicos, mientras el sonido del mar acompaña cada rincón: desde la alberca infinita hasta las suites privadas con vista al Pacífico.
ALBERCA PRIVADA CON VISTA AL OCÉANO
El corazón de Casa Querencia es su alberca infinita, enmarcada por la luz del Pacífico y rodeada de terrazas que se funden con el paisaje.
EXPERIENCIA DE BIENESTAR
Desde una sesión de yoga al amanecer hasta un baño relajante con vista al mar, Casa Querencia ofrece un refugio donde el cuerpo y la mente se reconectan con la belleza del entorno.
